sábado, 29 de marzo de 2014

Estos son los momentos en los que me quiero morir. Me acuerdo de aquella promesa que hice en Iguazú y si las cosas siguen asi quiero hacerlo. Es verdad que ignorar mata. Me siento morir a cada minuto que agarro el celular y no encuentro lo que necesito ver: una respuesta. 

Supongo que todo se trata del karma, habré hecho algo que molestó, lastimó a alguien y ahora me merezco lo que me está pasando. Nunca pensé que se sentiría de esta manera. Nunca pensé que la persona que más amo en este mundo me iba a causar tanto dolor. De nuevo supongo que yo lo causé primero, porque seré una mierda de persona, sin corazón, sin sentimientos.

Todavía me acuerdo cuando cerré mi alma para no dejar pasar a nadie, para que no pasara ésto. Y ahora cree dependencia emocional y física, porque mi corazón late demasiado rapido y mis pulmones no llegan a respirar como deberían hacerlo. 

No sé que otra cosa me queda por intentar, no me lee ni me escucha ni me quiere ver tampoco. Quiero terminar con esta dependencia absurda. Quiero darme la cabeza contra la pared para poder sacarme esta sensación de vacio, estas nauseas, estas ganas de gritar.

Me estoy muriendo de tristeza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Search This Blog